El médico estético debe:
- Tener conocimiento de los múltiples tipos de dermoabrasión.
- Conocer sus indicaciones y contraindicaciones.
- Conocer las ventajas e inconvenientes de las diferentes técnicas de dermoabrasión.
- Conocer los efectos secundarios, riesgos y complicaciones de la dermoabrasión.
Introducción
Desde épocas ancestrales todas las personas que han sufrido de imperfecciones cutáneas, especialmente faciales como son las cicatrices, hiperpigmentación, rítides finas y otras manifestaciones cutáneas de envejecimiento, han buscado la disminución o eliminación de las mismas a través de varios métodos, siendo la dermoabrasión uno de los más efectivos disponibles en la actualidad.
La dermoabrasión es una técnica relativamente antigua que ha ganado mayor popularidad desde la década de 1960 y ha evolucionado a lo largo del tiempo para convertirse en una técnica con mejores resultados finales, menos efectos secundarios, menor grado de complicaciones y menor tiempo de recuperación.
Básicamente, la dermoabrasión produce un efecto ablativo mecánico que favorece una reepitelización, promoviendo un remodelado dérmico y la producción de colágeno nuevo mediante la activación de una cascada en la cual interfieren citoquinas, factores de transcripción y metaloproteínas matriciales.
La dermoabrasión es una técnica que está en constante evolución y que ha sufrido múltiples modificaciones desde sus comienzos. Los tipos de dermoabrasión más utilizados en la actualidad son: la dermoabrasión clásica, la microdermoabrasión y recientemente la hidrodermoabrasión.
Hoy en día la dermoabrasión clásica ha pasado a un segundo plano debido al desarrollo de la microdermoabrasión y a la evolución de la misma. Otra técnica que ha contribuido al desuso de la dermoabrasión clásica es la utilización del láser fraccionado.
La dermoabrasión clásica produce una destrucción total de la epidermis y penetra hasta el nivel de la dermis papilar o reticular, según la agresividad de la técnica. Esta técnica induce el remodelado de las proteínas estructurales de la piel.
La microdermoabrasión es una variante más superficial de la dermoabrasión en la cual se elimina el estrato córneo de la epidermis, acelerando así el proceso natural de exfoliación.
La última generación en dermoabrasión la representa la hidrodermoabrasión, que combina el efecto mecánico de la microdermoabrasión, infusión de soluciones activas y aspirado de residuos dérmicos, así como de soluciones utilizadas en el procedimiento.
Reseña histórica
Desde épocas ancestrales ha quedado documentada, a través de pinturas, figuras y escritos, la práctica de la dermoabrasión. Los primeros datos que sugieren el uso de dermoabrasión estiman que fue en el año 1500 a.C. en Egipto, en donde se conceptualiza la idea de remover las capas externas de la piel utilizando arcillas, piedras porosas y otras partículas minerales abrasivas.
Otras culturas antiguas lavaban su piel con sustancias extraídas de plantas mezclándolas con arenas para producir abrasión en la piel. Esta es la base de la evolución de las técnicas modernas de dermoabrasión y peelings químicos.
En Alemania, en 1905, el Dr. Kromayer fue el médico que introdujo y desarrolló la dermoabrasión mediante la creación de un aparato con lijas metálicas que lograban eliminar las capas superficiales de la piel previa anestesia general del paciente.
En el año 1947, en Estados Unidos, el Dr. Iverson desarrolló la técnica de dermoabrasión utilizando una máquina que hacía girar una banda de papel arenado. Fue en este momento cuando aumentó la popularidad de la técnica. Posteriormente, el Dr. Kurtin, en 1953, hizo revivir y popularizó la técnica original del Dr. Kromayer al desarrollar una máquina con lijas giratorias que producían lo que el Dr. Kurtin llamó “cepillado quirúrgico correctivo de la piel”.
Años después se dio un gran paso en la evolución de la dermoabrasión. En Italia, en 1985, los doctores Matiolli y Brutto desarrollaron la microdermoabrasión utilizando sales de óxido de aluminio para lograr la eliminación de los estratos externos de la piel; pero no fue hasta el año 1987 cuando la microdermoabrasión es aprobada en Estados Unidos y su uso se populariza.
En el año 2004, en Estados Unidos, se experimenta con la idea de perfeccionar aún más la microdermoabrasión; por esto, se desarrolla una técnica en la que se combina la microdermoabrasión con el peeling químico y la aplicación se sustancias antioxidantes. Es entonces cuando nace la hidrodermoabrasión.
Dermoabrasión clásica
La dermoabrasión con lijas se considera un procedimiento quirúrgico ablativo en donde se elimina la epidermis y parte de la dermis de manera controlada utilizando un equipo con piezas de mano giratorias compuestas principalmente de alambre fino o partículas de diamante.
Esta es una técnica muy utilizada para la eliminación de rítides, pero se considera que proporciona aún mejores resultados en la eliminación de cicatrices dérmicas, como es el caso de las las cicatrices por acné.
La popularidad de este procedimiento ha disminuido recientemente debido al advenimiento de nuevos procedimientos como la exfoliación química, el láser ablativo, el láser fraccionado y la microdermoabrasión.
Como en todo procedimiento quirúrgico, se realiza la preparación adecuada del paciente antes de la dermoabrasión. El paciente debe comprender los riesgos potenciales, los beneficios y las limitaciones asociados a este procedimiento. La preparación preoperatoria consiste en marcar con violeta de genciana los límites de la zona que se va a tratar.
El tipo de anestesia utilizada es a criterio del cirujano, y dependerá de la extensión a tratar, de la agresividad de la dermoabrasión y de la sensibilidad del paciente al dolor.
Se recomienda utilizar refrigerante para enfriar la piel antes del procedimiento. Una vez realizado esto, se debe sujetar la piel estirada mientras se aplica la pieza de mano en la zona que se va a tratar.
Para que una dermoabrasión sea efectiva, se ha de realizar hasta llegar a la dermis, pero evitando a toda costa el tejido subcutáneo.
Una vez terminado el procedimiento, algunos pacientes pueden permanecer con la cara descubierta, mientras que otros deberán cubrirla con un material protector. Esto depende de la extensión y de la profundidad del procedimiento.
Se recomienda instaurar tratamiento farmacológico postoperatorio, que puede incluir antivirales, antibióticos y corticosteroides.
Por lo general, el proceso de reepitelización se completa en cinco a siete días, y es común la presencia de eritema residual hasta durante cuatro semanas.
Es muy importante explicar al paciente las medidas higiénicas que debe seguir en el postoperatorio y la adecuada aplicación de fotoprotección solar durante los meses siguientes.
Microdermoabrasión con cristales y con punta de diamantes
Actualmente, la microdermoabrasión es una de las técnicas mínimamente invasivas más utilizadas a nivel mundial con fines dermocosméticas. Pero también es una de las técnicas más cuestionadas en cuanto a su efectividad. Las opiniones se encuentran divididas, ya que existen médicos que opinan que tiene poca efectividad clínica y médicos que opinan todo lo contrario.
Esto se debe, en gran parte, a que los resultados del procedimiento pueden variar enormemente por múltiples factores, siendo los más frecuentes la selección inadecuada del paciente, el uso de la técnica en condiciones en las cuales no está indicada y la mala calidad de algunos equipos de dermoabrasión comercialmente disponibles.
La microdermoabrasión con sales o cristales es un procedimiento mínimamente invasivo que por lo general utiliza un componente abrasivo a base de cristales de óxido de aluminio o cloruro de solio que es lanzado a la piel con gran presión a través de una pieza de mano que al mismo tiempo realiza la aspiración de los residuos.
Otra técnica utilizada es la microdermoabrasión con punta de diamantes. Esta técnica no utiliza sales ni cristales, sino una pieza de mano en donde se encuentra una punta recubierta con fragmentos muy pequeños de diamante, los cuales al entrar en contacto con la piel y al combinarse con movimientos sobre la misma, producen un efecto dermoabrasivo.
Debido a que no existe un consenso en el protocolo de microdermoabrasión, resulta difícil definir una técnica estándar. Los resultados dependen de múltiples factores, como la calidad del equipo utilizado, la experiencia del médico que realiza el procedimiento, el tiempo empleado en la sesión, la presión aplicada a la pieza de mano durante el tratamiento, la adecuada regulación de presión neumática del equipo utilizado, etc.
Para practicar la microdermoabrasión se recomienda realizar lavado facial y eliminar por completo cualquier residuo de maquillaje de la piel; se aconseja utilizar soluciones astringentes para eliminar residuos grasos sobre la piel.
Posteriormente, se debe aplicar una gasa o algodón sobre los ojos cerrados para evitar las complicaciones oculares secundarias a las sales o cristales que puedan entrar en contacto con los ojos.
Se tomará la pieza de mano y se deberá mantener totalmente perpendicular y en completo contacto con la piel para poder ejercer efecto de succión y para que, así, puedan circular las sales o cristales a través de los conductos del equipo.
Los movimientos que se realizan con la pieza de mano son, por lo general, tres pases: un pase en líneas verticales, otro en horizontales y el tercer pase en líneas oblicuas sobre la piel que se está tratando.
Se recomienda utilizar la misma técnica en microdermoabrasión con punta de diamantes.
El grado de abrasión dependerá de múltiples factores, como la presión de vacío producida durante el tratamiento, el tipo de punta de diamantes utilizada, la velocidad y fuerza de cada pase, así como el número de pases realizados sobre la piel.
Los cristales de óxido de aluminio están comercialmente disponibles en tres tamaños: 100, 130 y 180 micrones. Está demostrado que cuanto más grande sea la partícula utilizada, mayor será la profundidad de la abrasión.
Se recomienda reducir el flujo de cristales o sales en las zonas más sensibles de la cara, como la zona periocular.
Posteriormente al tratamiento, es aconsejable utilizar una crema hidratante y finalizar con la aplicación de fotoprotector solar.
Se recomienda que la técnica sea realizada no antes de cada siete días, y por lo general se recomiendan entre seis y diez sesiones para observar buenos resultados.
Hidrodermoabrasión
La hidrodermoabrasión es una técnica relativamente nueva desarrollada en los Estados Unidos en 2004, cuando surgió la idea de combinar los efectos de la microdermoabrasión con los efectos del peeling químico y la infusión de antioxidantes sobre la piel en la misma sesión.
La hidrodermoabrasión consta de tres etapas:
- Etapa 1: Exfoliación. Se realiza lavado facial y se utiliza una punta exfoliadora especial al mismo tiempo que se programa el equipo para la liberación de una solución a base de ácido salicílico. Se realiza el primer paso por toda la cara, haciendo movimientos horizontales traslapados.
- Etapa 2: Extracción. Utilizando la misma solución, se cambia en la pieza de mano a una punta extractora, la cual está diseñada para realizar extracción de comedones, especialmente donde son más gruesos, como en la nariz, el mentón y la frente.
- Etapa 3: Aplicación de antioxidantes. Se cambia de nuevo la punta por una no agresiva y, mediante movimientos horizontales traslapados similares a los de la etapa 1, se programa el equipo para la liberación de un serum antioxidante más ácido hialurónico. Posteriormente, se recomienda aplicar crema hidratante y fotoprotector solar para terminar con el procedimiento.
En un artículo publicado por B. Freedman, este demuestra que cuando se utiliza la hidrodermoabrasión por lo menos en seis sesiones espaciadas cada siete días da como resultado un engrosamiento de la epidermis y la reposición de nuevas fibras de colágeno. El incremento en la densidad de los fibroblastos confirma la activación de un proceso reparador y regenerativo.
Indicaciones
La dermoabrasión se utiliza para tratar gran variedad de problemas dermocosméticos.
Se aplica para tratar signos de fotodaño, rítides, hiperpigmentación, acné, cicatrices de acné y estrías.
Además, la microdermoabrasión y la hidrodermoabrasión se han utilizado para facilitar el paso de sustancias activas, así como antioxidantes, a través de la piel debido a la eliminación del estrato córneo.
Contraindicaciones
No se recomienda la dermoabrasión en pacientes con rosácea activa, fragilidad capilar, lesiones vasculares, acné vulgar, lesiones herpéticas, úlceras o erosiones cutáneas, eccema, psoriasis, lupus eritematoso sistémico y diabetes mellitus.
Es indispensable realizar una adecuada y minuciosa anamnesis para asegurarse de que el paciente no haya ingerido isotretinoína en los últimos 12 meses, ya que la dermoabrasión está especialmente contraindicada en estos pacientes debido a que el uso de tretinoína ocasiona un retraso en la reepitelización y el desarrollo de cicatrices hipertróficas.
Efectos secundarios, riesgos y complicaciones
Los riesgos y las complicaciones derivadas de la dermoabrasión son pocas cuando la realizan manos expertas y experimentadas.
La gran mayoría de los pacientes presentarán eritema, así como leve dolor posterior a la sesión.
Algunos pacientes pueden presentar petequias si sufren fotodaño moderado a severo, o si se encuentran en terapia anticoagulante; si estas se llegasen a presentar, por lo general desaparecen en un lapso de siete días.
La microdermoabrasión tiene un bajo riesgo de hiperpigmentación postinflamatoria, pero es indispensable el uso de fotoprotector solar para disminuir el riesgo de hiperpigmentación por factores solares debido a la barrera de protección que ofrece el recién eliminado estrato córneo.
En la microdermoabrasión con sales o cristales se debe tener especial cuidado y aplicar una gasa o algodón alrededor de los ojos, ya que se han comunicado complicaciones oculares por la presencia de residuos de sales o cristales que entran en contacto con los ojos.
También un efecto secundario muy común en este tipo de microdermoabrasión es el prurito debido a la presencia de sales o cristales incrustados en la piel.
Existe el riesgo de autoinoculación de ciertas enfermedades, como el molusco contagioso, cuando se pasa la pieza de mano y se contamina al entrar en contacto con la lesión y posteriormente se lleva la pieza de mano a zonas sanas. Por lo tanto, debe reservarse el uso de la técnica en pacientes con lesiones activas. Otro riesgo que existe en la dermoabrasión es la activación de un herpes simple latente, especialmente en la zona perioral. Por este motivo es indispensable la esterilización rutinaria de la pieza de mano.
Conclusiones
Como ya se ha apuntado, la dermoabrasión, la microdermoabrasión y la hidrodermoabrasión producen resultados significativos. Claro está que la dermoabrasión clásica ofrece los resultados más llamativos, pero a expensas de un mayor tiempo de recuperación y una mayor incidencia de reacciones adversas, efectos secundarios y complicaciones en comparación con la microdermoabrasión.
Por este motivo, la dermoabrasión clásica ha caído en desuso en muchas partes del mundo. En la actualida, técnicas como la microdermoabrasión, los peelings químicos y las terapias con láser han sustituido a esta técnica.
La microdermoabrasión, por otra parte, ha continuado en constante evolución y ha dado resultados satisfactorios tanto para los pacientes como para los médicos, sin el aumento de riesgo en complicaciones, efectos secundarios y reacciones adversas.
Este es el motivo por el cual la microdermoabrasión sigue siendo una técnica ampliamente aceptada en todo el mundo para la eliminación de hiperpigmentación, rítides finas, cicatrices superficiales y rejuvenecimiento facial total.